En esta ocasión no vamos a hablar, aunque lo parezca del coche eléctrico, al que todavía le queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar una implantación destacada entre la población. Desde nuestra experiencia como taller mecánico en Sevilla este artículo lo queremos dedicar a explicar cuáles son los componentes que forman el sistema eléctrico, un elemento indispensable para el funcionamiento básico de cualquier coche.
Su principal función es la generación de electricidad, aunque también sirve para conectar distintos elementos, como la dirección o los diferentes tipos de cableado hacia las fuentes de alimentación.
Sus componentes son muy variados, pudiéndose clasificar por su funcionalidad o duración. Principalmente las fuentes de energía son dos: el generador y la batería. Por su parte, los consumidores son varios, por ejemplo, los sistemas de inyección, combustible y motor, así como la caja de cambios o la dirección. Respecto a los componentes duraderos habría que destacar la importancia de otros sistemas esenciales como el de iluminación, seguridad (activa y pasiva), el de climatización, el de navegación y el equipo de sonido. Otras partes imprescindibles del coche en las que interviene el sistema eléctrico serían la puesta en marcha, los avisos o alertas del salpicadero y elementos de control (relé, fusibles y unidades de control).
Averías más frecuentes
Las averías más frecuentes del sistema eléctrico proceden de la batería, sobre todo, por su descarga, la oxidación de sus bornes o un problema de conexión (o cortocircuito tanto en los electrodos como de los bucles de la bobina). También es probable que se produzca un fallo en las placas de la batería o en su carcasa.
Uno de los síntomas más comunes de que algo no marcha bien es observar alguna anomalía en el funcionamiento de los aparatos eléctricos o una luz encendida en el tablero de instrumentos. También pueden apreciarse sonidos extraños durante el uso del generador. Ante cualquiera de estas señales lo mejor es acudir a un taller de confianza cuanto antes.
Las causas de estos problemas pueden ser varias, pero las más comunes son someter a la batería a un rendimiento alto, caducidad de la misma, una conexión errónea o empleo de recambios de baja calidad, entre otras.
Consejos básicos
Para mantener el sistema de electricidad del coche en buen estado es imprescindible controlar el estado de la batería (nivel y densidad de electrolito) mediante el uso de aparatos como el hidrómetro o el densitómetro en un taller especializado. Si hace falta, se puede rellenar con agua destilada (si lo hace un profesional mejor que mejor). Otras cuestiones que también ayudarán a prolongar la vida y utilidad de la batería serán no exponerla durante mucho tiempo a temperaturas bajas, mantener su superficie limpia y proteger sus terminales de la corrosión. Tampoco debemos olvidar revisar la correa que acciona el generador.